domingo, 20 de noviembre de 2011

Me gusta cuando la vida acierta.

Hay un par de temas que me mantienen ocupado en este momento, nada grave, de hecho, tampoco negativos, al contrario!.
Si me conocieran lo suficiente, podrían determinar de qué se tratan o con qué tienen que ver.
Si no me conocen lo suficiente, sólo denme apoyo y acepten mi punto de vista (que tampoco comentaré xD).

Cambiando de tema, he escuchado un par de canciones que me han llegado brígidamente, ahh y una película que me recomendaron harto también me llegó, incuso con detalles que ni mi círculo cercano conoce.

Qué más puedo contar? que tengo varias ideas que quiero desarrollar acá, pero por motivos de flojera y tiempo no creo que estén listas en un tiempo cercano. De hecho, tengo una decena de entradas a medio terminar (o medio empezar) que me gustaría ver publicadas (incluso esta era una de ellas).

Como resumen, en general estoy bien, super bien, excelente, de lujo, nada que alegar. Saludos a todos y
I'll be back!

domingo, 25 de septiembre de 2011

Una Copia

"Este texto es una copia.
Podríamos decir que es un plagio, directo, completo y sin cambios de otro texto que leí en otro lugar.
Cada palabra usada, ha sido exactamente la misma del texto original.

Incluso este caracter -> 
Me gustaría poder cambiar alguna palabra para que sea un texto nuevo, pero perdería su característica especial de ser una copia.
Eres libre de hacer una copia de esta copia"

lunes, 19 de septiembre de 2011

Gracias

La gente canta canciones ya olvidadas, por cierto, yo no olvido lo que digo. Esperaré.
Nieve artificial cubría las calles, parecía tan real que de un momento a otro reemplazaron toda la nieve del mundo por esa. Las luces de las tiendas se mantenían encendidas toda la noche, para que los vampiros tuvieran la oportunidad de vitrinear tranquilos.
Te acuerdas de las letras que juntabas con tus dedos y lanzabas a la corriente? Si no lo recuerdas, los zumbidos lo harán por tí.
Siempre negarás que golpeaste mi puerta con la cabeza, pero descuida, yo también negaré que también lo hice.



Tengo un secreto: El que reparte las cartas tiene la ventaja siempre.

Lloré cuando dejaste los accesorios. Son detalles, detalles menores, pero importantes.
Gastaré mi tiempo tocando con la nariz algún documento interesante. O en su defecto, divagando ideas sin sentido. Esto lo leerán tres personas, quienes lo interpretarán a su modo, pero la cuarta persona no lo entenderá (y quizá la quinta piense que se refiere a su humanidad).

Solo una palabra necesitas escuchar: Gracias.

sábado, 17 de septiembre de 2011

Título.

Hay un momento de tu vida que analizas todo lo que has logrado y comparas con todo lo que querías llegar a este punto en concreto. Algunas cosas las pudiste cumplir y otras no. Personalmente me pasan ambas, pero nada grave como para decir que he perdido mucho tiempo. De hecho, no me arrepiento de nada.
Todo ha sido totalmente disfrutable (sea negativo o positivo).



Si la doña fortuna o mr. karma, en una charla post-tomatera, bajo el influjo directo del alcohol, se decidieran en acabar con mi vida, los recibiría con los brazos abiertos (no sin antes pedir su debida explicación).
Aunque me digan que la vida tiene mucho más que dar de sí, debo decir que he hecho ya todo lo que quería. Obviamente por miedo y por curiosidad espero que esto ocurra ya pasado bastantes años bajo mis pies.
Aún me quedan una veintena de sueños por cumplir, así que tendrán de mi durante harto rato (y si se aburren de mí, tampoco me interesa).

En resumen, no le temo a la muerte, pero tampoco quiero que ocurra muy luego.
End of Line.

viernes, 9 de septiembre de 2011

AAI,PESEDV,DR?

Esto es una fábula, de esas con personajes animales que hablan, que dejan enseñanzas y esas cosas que tanto le gustan al lector lisérgico.



No, mejor será una leyenda, de esas que intentaban rellenar puntos de la historia que nadie sabe exactamente que pasó y la gente pasa de generación en generación, como ese juego de las frases que al final terminan cambiándole el sentido totalmente.

Aunque me parece mejor idea que sea una poesía, algo simple, que tenga palabras cuáticas para ocultar mi mensaje verdadero. Un haiku podría ser, así además aprovecho de darmelas de intelectual y me empiece a visitar más gente.

Tantas vueltas al asunto y al final se que terminaré escribiendo una narración con personajes planos y sin descripciones de entorno, como mis textos comunes. O simplemente podría escribir un texto tipo ensayo, con algún dato informático interesante para que el que lo lea se sienta más acorde a mis gustos.

Podría escribir una canción, pero escribirla literal, así como "la lalalalaaaa lalala lalala lalalaaaa".
Mis dotes musicales son nulas, ni escribiendo suenan bien.

Mejor no escribo ni una weá.


jueves, 31 de marzo de 2011

While

include "all";

var Private float justBe = 1.0f;

while(this.be){
this.resign = that.thereAndStuff(this.justBe);
if(!this.resign > 1.0 || this.all = 0){
break;
}
}

//...

La realidad...

...me cuesta enfrentarla.

domingo, 16 de enero de 2011

Una leyenda.

Entre las montañas, en un lugar escondido y muy difícil de alcanzar, se encontraba un monasterio.


En este monasterio, habitaban cientos de monjes, quienes sagradamente se entrenaban durante su vida entera. Dominaban un arte marcial milenaria ya olvidada por el resto de las regiones. Conocimientos que pasaban de generación en generación.
Cuando llegaba alguien nuevo, celebraban su estadía con un espectáculo, donde los monjes mostraban sus dotes y hacían una demostración de su arte marcial.

Cuenta la leyenda que una vez llegó un joven y vigoroso extranjero, a quien lo recibieron con celebraciones y espectáculos de artes marciales.
El extranjero observó a uno de los monjes y le llamó la atención, pensó: "ese maestro es el sujeto más dedicado que he visto, conoce todos los secretos del arte marcial, lo admiro, algún día me gustaría ser como él".
Decide quedarse a entrenar y dar lo mejor de sí para superar al maestro que vio cuando llegó.

El joven monje se entrenó día a día durante mucho tiempo, dando lo mejor de sí.
Intentaba superar al maestro aquél, era su mayor objetivo en la vida.
Sentía envidia del maestro. Era mucho mejor que él y nunca lo superaría.

Pero en todo el tiempo que duró su entrenamiento, no logró superar al maestro.
Pasaron años, el monje ya no era joven y su cabeza estaba cubierta por canas.
Llegó otro extranjero, a quien recibieron con celebraciones y espectáculos, tal como lo habían recibido a él.
Le pidieron al viejo y canoso maestro que demostrara sus dotes, pero aún sentía rencor por no haber superado a su propio maestro.
Sin ánimos ni esfuerzos hizo su presentación y derrotado se retira a su habitación.
Pasado un rato, llegó a su puerta el nuevo joven extranjero y le dijo: "maestro, seguramente llevarás años entrenando, de todos los que demostraron sus habilidades marciales, eres el mejor en este arte, algún día quiero ser como tu".

Y el maestro dimensionó que ya no era un novato. Que dominaba el arte a ojos de otros, pero nunca superaría a su maestro.